sábado, 16 de noviembre de 2013

EL AGUA


El agua
El agua, el líquido más común de la superficie terrestre, el componente principal en peso de todos los seres vivos, tiene un número de propiedades destacables. Estas propiedades son consecuencia de su estructura molecular y son responsables de la "aptitud" del agua para desempeñar su papel en los sistemas vivos.
La estructura de la molécula de agua está dada por dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno que se mantienen unidos por enlaces covalentes. Es una molécula polar y, en consecuencia, forma enlaces -llamados puentes de hidrógeno- con otras moléculas. Aunque los enlaces individuales son débiles -se rompen y se vuelven a formar continuamente- la fuerza total de los enlaces que mantienen a las moléculas juntas es muy grande.
La molécula de agua es polar, con dos zonas débilmente negativas y dos zonas débilmente positivas; en consecuencia, entre sus moléculas se forman enlaces débiles. La molécula de agua (H2O) puede ser representada de varias maneras distintas. Una de ellas es el modelo compacto y otra el modelo de esferas.
  1. En el modelo compacto, el átomo de oxígeno está representado por la esfera roja y los átomos de hidrógeno por las esferas azules. A raíz de su sencillez, este modelo a menudo se utiliza como un símbolo conveniente de la molécula de agua.
  2. El modelo de esferas y varillas remarca que los átomos están unidos por enlaces covalentes; también da cierta indicación de la geometría de la molécula. Una descripción más precisa de la forma de la molécula la proporciona el modelo orbital.

Los puentes de hidrógeno determinan muchas de las extraordinarias propiedades del agua. Entre ellas están su gran cohesión, su alta tensión superficial y sus altos calores específico, de vaporización y de fusión. Los fenómenos de capilaridad e imbibición están también relacionados con la presencia de puentes de hidrógeno.
La polaridad de la molécula de agua es, además, responsable de su adhesión a otras sustancias polares, de ahí, su tendencia al movimiento capilar.
También debido a su polaridad el agua es un buen solvente para iones y moléculas polares. Las moléculas que se disuelven fácilmente en agua se conocen como hidrofílicas. Las moléculas de agua, a raíz de su polaridad, excluyen activamente de la solución a las moléculas no polares. Las moléculas excluidas de la solución acuosa se conocen como hidrofóbicas.


  1. Como se ve en este modelo, el modelo orbital, desde el núcleo de oxígeno de una molécula de agua se ramifican cuatro orbitales constituyendo un tetraedro hipotético. Dos de los orbitales están formados por los electrones compartidos que enlazan los átomos de hidrógeno al átomo de oxígeno. Debido a la fuerte atracción que ejerce el núcleo del oxígeno hacia los electrones, los electrones que intervienen en los enlaces covalentes pasan más tiempo alrededor del núcleo de oxígeno que el que pasan alrededor de los núcleos de hidrógeno. En consecuencia, la región que se encuentra cerca de cada núcleo de hidrógeno es una zona débilmente positiva. Además, el átomo de oxígeno tiene cuatro electrones adicionales en su nivel energético exterior. Estos electrones, que no están implicados en el enlace covalente con el hidrógeno, están apareados en dos orbitales. Cada uno de estos orbitales es una zona débilmente negativa. Así, la molécula de agua, desde el punto de vista de la polaridad, tiene cuatro "vértices", dos "vértices'' cargados positivamente y otros dos cargados negativamente.
  2. Como resultado de estas zonas positivas y negativas, cada molécula de agua puede formar puentes de hidrógeno (representadas por líneas de puntos) con otras cuatro moléculas de agua. En condiciones normales de presión y temperatura, los puentes de hidrógeno se rompen y vuelven a formarse continuamente, siguiendo un patrón variable. Por esa causa, el agua es un líquido.
Estos enlaces, en los que se une un átomo de hidrógeno con carga positiva débil que forma parte de una molécula, con un átomo de oxígeno que posee carga negativa débil y que pertenece a otra molécula, se conocen como puente de hidrógeno. Cada molécula de agua puede formar puentes de hidrógeno con otras cuatro moléculas de agua. Aunque los enlaces individuales son débiles y se rompen continuamente, la fuerza total de los enlaces que mantienen a las moléculas juntas es muy grande.
El agua tiene una ligera tendencia a ionizarse, o sea, a separarse en iones H+ (en realidad iones hidronio H3O+) y en iones OH-. En el agua pura, el número de iones H+ y el número de iones OH- es igual a 10-7mol por litro. Una solución que contiene más iones H+ que iones OH- es ácida; una solución que contiene más iones OH- que iones H+ es básica o alcalina. La escala de pH refleja la proporción de iones H+ a iones OH-. Una solución ácida tiene un pH inferior a 7; una solución básica tiene un pH superior a 7. Casi todas las reacciones químicas de los sistemas vivos tienen lugar en un estrecho intervalo de pH alrededor de la neutralidad. Los organismos mantienen este estrecho intervalo de pH por medio de buffers, que son combinaciones de formas de ácidos débiles o bases débiles; dadores y aceptores de H+.
Los puentes de hidrógeno son los responsables de las propiedades características del agua; entre ellas, de la gran cohesión, o atracción mutua, de sus moléculas. La cohesión trae como consecuencia la alta tensión superficial que permite, por ejemplo, que una hoja de afeitar colocada delicadamente sobre la superficie del agua flote.
La enorme cantidad de puentes de hidrógeno que presenta el agua también es responsable de su resistencia a los cambios de temperatura. El agua tiene un alto calor específico -o capacidad calorífica- un alto calor de vaporización y un alto calor de fusión. La acción capilar -o capilaridad - y la imbibición son también fenómenos relacionados con las uniones entre moléculas de agua. Si se mantienen dos láminas de vidrio juntas y se sumerge un extremo en agua, la cohesión y la adhesión combinadas harán que el agua ascienda entre las dos láminas por capilaridad. De igual modo, la capilaridad hace que el agua suba por tubos de vidrio muy finos, que ascienda en un papel secante, o que atraviese lentamente los pequeños espacios entre las partículas del suelo y, de esta manera, esté disponible para las raíces de las plantas. La imbibición, por otra parte, es la absorción o penetración capilar de moléculas de agua en sustancias tales como la madera o la gelatina que, como resultado de ello, se hinchan. Las presiones desarrolladas por imbibición pueden ser sorprendentemente grandes.
El agua como solvente
Dentro de los sistemas vivos, muchas sustancias se encuentran en solución acuosa. Una solución es una mezcla uniforme de moléculas de dos o más sustancias. La sustancia presente en mayor cantidad, que es habitualmente líquida, se llama solvente, y las sustancias presentes en cantidades menores se llaman solutos. La polaridad de las moléculas de agua es la responsable de la capacidad solvente del agua. Las moléculas polares de agua tienden a separar sustancias iónicas, como el cloruro de sodio (NaCl), en sus iones constituyentes. Las moléculas de agua se aglomeran alrededor de los iones con carga y los separan unos de otros.
Este diagrama muestra al cloruro de sodio (NaCl) disolviéndose en el agua a medida que las moléculas de ésta se aglomeran alrededor de los iones individuales sodio y cloruro separándolos unos de otros. Nótese la diferencia entre el modo en que las moléculas de agua están dispuestas alrededor de los iones sodio y la manera en que se disponen alrededor de los iones cloruro.
Muchas de las moléculas importantes en los sistemas vivos que presentan uniones covalentes, como los azúcares, tienen regiones de carga parcial positiva o negativa. Estas moléculas, por lo tanto, atraen moléculas de agua y también se disuelven en agua. Las moléculas polares que se disuelven rápidamente en agua son llamadas hidrofílicas ("que aman al agua''). Estas moléculas se disuelven fácilmente en agua porque sus regiones parcialmente cargadas atraen moléculas de agua tanto o más que lo que se atraen entre sí. Las moléculas polares de agua compiten de este modo con la atracción existente entre las moléculas de soluto.
Moléculas tales como las grasas, que carecen de regiones polares, tienden a ser muy insolubles en el agua. Los puentes de hidrógeno entre las moléculas de agua actúan como una fuerza que excluye a las moléculas no polares. Como resultado de esta exclusión, las moléculas no polares tienden a agruparse en el agua, al igual que las gotitas de grasa tienden a juntarse, por ejemplo, en la superficie del caldo de gallina. Dichas moléculas son llamadas hidrofóbicas ("que tienen aversión por el agua") y los agrupamientos se producen por interacciones hidrofóbicas.

Ionización del agua: ácidos y bases
En el agua líquida hay una leve tendencia a que un átomo de hidrógeno salte del átomo de oxígeno al que está unido covalentemente, al otro átomo de oxígeno al que se encuentra unido por un puente de hidrógeno. En esta reacción se producen dos iones: el ion hidronio (H3O+) y el ion hidróxido (OH-). En cualquier volumen dado de agua pura se encuentra ionizado de esta forma un número pequeño, pero constante, de moléculas de agua. El número es constante porque la tendencia del agua a ionizarse se contrapesa con la tendencia de los iones a reunirse. Así, aunque algunas moléculas están ionizándose, un número igual de otras moléculas está formándose; este estado se conoce como equilibrio dinámico.
Cuando el agua se ioniza, un núcleo de hidrógeno (o sea, un protón) se desplaza del átomo de oxígeno al cual se encuentra unido covalentemente, al átomo de oxígeno con el que establece un puente de hidrógeno. Los iones resultantes son el ion hidróxido cargado negativamente y el ion hidronio cargado positivamente. En este diagrama, las esferas grandes representan al oxígeno y las pequeñas al hidrógeno.
En el agua pura, el número de iones H+ iguala exactamente al número de iones OH- ya que ningún ion puede formarse sin el otro cuando solamente hay moléculas de H2O presentes. Sin embargo, cuando una sustancia iónica o una sustancia con moléculas polares se disuelve en el agua, pueden cambiar los números relativos de los iones H+ y OH-.
Por ejemplo, cuando el ácido clorhídrico (HCl) se disuelve en agua, se ioniza casi completamente en iones H+ y Cl-; como resultado de esto, una solución de HCl (ácido clorhídrico) contiene más iones H+ que OH-. De modo inverso, cuando el hidróxido de sodio (NaOH) se disuelve en agua, forma iones Na+ y OH-; así, en una solución de hidróxido de sodio en agua hay más iones OH- que H+.
Una solución es ácida cuando el número de iones H+ supera al número de iones OH-, de modo contrario, una solución es básica -o alcalina- cuando el número de iones OH- supera al número de iones H+. Así, un ácido es una sustancia que provoca un incremento en el número relativo de iones H+ en una solución, y una base es una sustancia que provoca un incremento en el número relativo de iones OH-.
Los ácidos y bases fuertes son sustancias, tales como el HCl y el NaOH, que se ionizan casi completamente en agua, dando como resultado incrementos relativamente grandes en las concentraciones de iones H+ y OH-, respectivamente. Los ácidos y bases débiles, por contraste, son aquellos que se ionizan sólo ligeramente, dando como resultado incrementos relativamente pequeños en la concentración de iones H+ y OH-.
Dada la fuerte tendencia de los iones H+ y OH- a combinarse y la débil tendencia del agua a ionizarse, la concentración de los iones OH- disminuirá siempre a medida que la concentración de los iones H+ se incremente (como, por ejemplo, cuando se añade HCl al agua), y viceversa. En otras palabras, si un ácido y una base de fuerzas comparables se añaden en cantidades equivalentes, la solución no tendrá un exceso ni de iones H+ ni de OH-.
Muchos de los ácidos importantes en los sistemas vivos deben sus propiedades ácidas a un grupo de átomos llamado grupo carboxilo, que incluye un átomo de carbono, dos átomos de oxígeno y un átomo de hidrógeno (simbolizado como -COOH). Cuando se disuelve en agua una sustancia que contiene un grupo carboxilo, algunos de los grupos -COOH se disocian y producen iones hidrógeno. Así, los compuestos que contienen grupos carboxilo son dadores de iones hidrógeno, o ácidos. Son ácidos débiles, sin embargo, porque el grupo -COOH se ioniza sólo levemente.
Entre las bases más importantes de los sistemas vivos se encuentran los compuestos que contienen al grupo amino (-NH2). Este grupo tiene una tendencia débil a aceptar iones hidrógeno, formando por lo tanto el grupo -NH3+. En tanto los iones hidrógeno son eliminados de la solución por el grupo amino, la concentración relativa de los iones H+ disminuye y la concentración relativa de los iones OH- aumenta. Grupos, tales como el -NH2, que son aceptores débiles de iones hidrógeno son, así, bases débiles.
Los químicos expresan el grado de acidez por medio de la escala de pH. El símbolo "pH" indica el logaritmo negativo de la concentración de iones hidrógeno en unidades de moles por litro. Los números cuyos logaritmos son de interés para nosotros son las concentraciones de iones hidrógeno en las soluciones, que se expresan en moles por litro.
La ionización que ocurre en un litro de agua pura da como resultado la formación, en el equilibrio, de 1/10.000.000 de mol de iones hidrógeno (y, como hemos notado previamente, exactamente la misma cantidad de iones hidróxido). En forma decimal, esta concentración de iones hidrógeno se escribe como 0,0000001 mol por litro o, en forma exponencial, como 10-7 mol por litro. El logaritmo es el exponente -7 y el logaritmo negativo es 7; con referencia a la escala de pH, se lo menciona simplemente como pH 7. A pH 7 las concentraciones de H+ y OH- libres son exactamente iguales dado que están en agua pura. Este es un estado neutro. Cualquier pH por debajo de 7 es ácido y cualquier pH por encima de 7 es básico. Cuanto menor sea el valor del pH, mayor será la concentración de iones hidrógeno. Dado que la escala de pH es logarítmica, una diferencia en una unidad de pH implica una diferencia de 10 veces en la concentración de iones hidrógeno. Por ejemplo, una solución de pH 3 tiene 1.000 veces más iones H+ que una solución de pH 6. Una diferencia de una unidad de pH refleja una diferencia de 10 veces en la concentración de iones H+. Las bebidas cola, por ejemplo, son 10 veces más ácidas que el jugo de tomate. Los jugos gástricos son 100 veces más ácidos que las bebidas cola.
Casi toda la química de los seres vivos tiene lugar a pH entre 6 y 8. Como excepciones notables podemos mencionar los procesos químicos en el estómago de los humanos y otros animales, que tienen lugar a pH de aproximadamente 2. La sangre humana, por ejemplo, mantiene un pH casi constante de 7,4, a pesar del hecho de que es el vehículo de gran número y variedad de nutrientes y otros compuestos químicos que reparte entre las células, así como de la eliminación de desechos, muchos de los cuales son ácidos y bases. El mantenimiento de un pH constante, un ejemplo de homeostasis, es importante porque el pH influye en gran medida en la velocidad de las reacciones químicas. Los organismos resisten cambios fuertes y repentinos en el pH de la sangre y otros fluidos corporales por medio de amortiguadores o buffers, que son combinaciones de formas dadoras de H+ y aceptoras de H+ de ácidos o bases débiles. Los buffers mantienen el pH constante por su tendencia a combinarse con iones H+, eliminándolos así de la solución cuando la concentración de iones H+ comienza a elevarse y liberándolos cuando desciende. En los sistemas vivos funciona una gran variedad de buffers, siendo cada uno de ellos más efectivo al pH particular en el que las concentraciones del dador y del aceptor de H+ son iguales.
Los ambientes acuáticos y de transición, y sus habitantes
Los ambientes acuáticos se pueden clasificar en dos grupos.
Los ambientes acuáticos continentales son los que se encuentran en la superficie terrestre de los continentes. La mayoría está formada por agua dulce, es decir, aguas con muy pocas sales disueltas. Se diferencian dos subtipos: los ambientes lacustres (por ejemplo, lagos y lagunas), que suelen formarse por el agua de las lluvias o los deshielos que no corre y se acumula en las depresiones del relieve; y los ambientes fluviales (por ejemplo, ríos y arroyos), que se forman cuando el agua corre hacia zonas más bajas.
Los ambientes acuáticos marinos están fuera de los continentes. Son ejemplos de estos ambientes los océanos y los mares. En estos ambientes, el agua es salada, es decir, tiene muchas sales disueltas.
Las diferencias entre los ambientes acuáticos
Los ambientes acuáticos se diferencian según las siguientes condiciones: el tipo de agua (puede ser dulce o salada según la cantidad de sales disueltas que contenga); el movimiento del agua (puede correr, como en los ríos, o permanecer estancada, como en los lagos); la luz que pase a través del agua; la temperatura y la cantidad de oxígeno disponible en el agua, entre otras. La combinación de estos factores determinará diferentes ambientes y condiciones para la vida de sus habitantes.
Los seres vivos de ambientes acuáticos
Para cada ser vivo, todo lo que lo rodea en el lugar donde habita constituye su ambiente y, a la vez, él es una parte del ambiente. Cada ambiente acuático y de transición tiene características que lo distinguen y presenta diferentes dificultades para la vida de sus habitantes. Los seres vivos que logran subsistir y reproducirse en esos lugares son los que cuentan con características en sus cuerpos o comportamientos adecuados, que son parte de sus adaptaciones al ambiente.
En los ambientes acuáticos habita una gran diversidad de seres vivos: microorganismos (como bacterias y hongos), que cumplen un importante papel en el reciclado de sustancias vitales para otras especies que habitan el ecosistema; plantas acuáticas; algas, peces y grandes mamíferos (como la ballena), entre otros.
De acuerdo con sus hábitos y requerimientos, la diversidad de seres vivos se puede organizar en las siguientes cinco categorías.
Plancton: comunidad de seres vivos que viven en la superficie del agua y tienen una movilidad limitada. Forman parte del plancton: el fitoplancton (seres vivos microscópicos que realizan fotosíntesis) y el zooplancton (crustáceos pequeños y larvas de peces).
Neuston: comunidad de seres vivos que se movilizan activamente muy cerca de la superficie del agua.
Necton: comunidad de seres vivos que se desplazan libremente en el cuerpo de agua. se trata de nadadores activos.
Perifiton: comunidad de seres vivos que viven sobre o entre las plantas.
Bentos: comunidad formada por los seres vivos que se desplazan por el fondo o lecho, o que permanecen fijos a él.
Los ambientes lacustres y sus orillas
Los ambientes lacustres se desarrollan en zonas donde hay masas de agua dulce estancada situadas en tierra firme, es decir, fuera del mar, Los lagos, las lagunas, las charcas y los bañados son ejemplos de ambientes lacustres, y también se los conoce como ambientes lénticos.
Los lagos son los cuerpos de agua permanente que se forman por la acumulación de agua en zonas hundidas del terreno. Son alimentados por las lluvias, por las aguas subterránea y, también, por el agua que corre por la superficie del terreno.
Los lagos y las lagunas son importantes reservorios de agua dulce. Esta agua puede utilizarse para riego, para beber, y también, para obtener energía o realizar actividades recreativas. Ej, el Lago Nahuel Huapi.

Los ecosistemas lacustres
Los lagos son ecosistemas de agua estancada, generalmente dulce, más profundos y fríos que las lagunas, con zonas profundas oscuras, porque la luz solar no llega. allí solo viven seres vivos consumidores que se alimentan de lo que cae de la superficie; por ejemplo, restos de otros seres vivos.
En sus orillas, hay plantas adaptadas a vivir en el suelo inundado, llamadas palustres. Un ejemplo son los juncos, que tienen tallos esponjosos por donde circula el aire hasta llegar a las raíces. De otro modo, las raíces inundadas se ahogarían, morirían y se pudrirían.
La luz solar es indispensable para la vida en el agua: gracias a ella, las plantas acuáticas y algunos microorganismos productores realizan la fotosíntesis. En este proceso, liberan oxígeno y así oxigenan lo que resulta indispensable para la vida de otros seres vivos, como por ejemplo, los peces, que respiran el oxígeno disuelto en el agua.
Las zonas más profundas de los lagos suelen ser oscuras y, por eso, son pocos los seres vivos que allí pueden vivir. La luz puede llegar hasta casi los cuarenta metros de profundidad. Además de la profundidad, la llegada de la luz depende de la turbidez del agua, es decir, de los materiales que se encuentran suspendidos en ella.
Las aguas de los lagos suelen ser calmas: se mueven cuando el viento forma olas, pero no se trasladan de un lugar a otro, como es el caso del agua de los ríos.
Los ambiente fluviales y sus orillas
Los ríos son corrientes de agua dulce que nacen en las montañas, por ejemplo, El Atuel, en la provincia de Mendoza. Si atraviesan pendientes muy inclinadas, sus aguas corren a gran velocidad. En cambio, cuando pasan por un llano, sus aguas avanzan lentamente y se crean remansos.
Cuando un río, en vez de llegar al mar, desemboca en otro río se lo llama afluente. Si es  de corta longitud y no tiene afluentes, o tiene muy pocos, se lo llama  "arroyo", "riacho" o "riachuelo".
En estos cursos de agua, se encuentran los ambientes fluviales. Los ríos son uno de los ambientes más valiosos de la naturaleza; por eso, se debe tener cuidado para no alterarlos al actuar sobre ellos, ya que una acción poco responsable podría ocasionar efectos desastrosos. Para estudiar los ríos, se tienen en cuenta tres características: su curso, su cauce y su caudal.
El cauce (o lecho) de un río es el lugar por el que corre.
El curso de un río es el camino que recorre desde su nacimiento hasta su desembocadura.
El caudal es la cantidad de agua que el río transporta en un momento determinado. En los períodos de mucha lluvia, el caudal de algunos ríos es abundante. Estos cambios modifican el paisaje.
En su recorrido, los ríos arrastran y transportan rocas de diferentes tamaños y arena. El material transportado llamado sedimento, proviene del desgaste producido por las aguas sobre su cauce. A este fenómeno se lo llama erosión fluvial.
El material transportado determina la turbidez del agua, porque impide el paso de la luz. A medida que el paisaje se hace más llano, las aguas se aquietan y el sedimento comienza a depositarse en el fondo o en sus orillas.
La vida en las corrientes de agua
La variedad de seres vivos típica de los ríos incluye plantas, peces, anfibios, reptiles, moluscos, crustáceos e insectos. Su distribución y abundancia dependen de la cantidad de oxígeno, de la temperatura y la velocidad del agua.
En los tramos del río donde el agua corre más rápido habitan algunos peces que tienen adaptaciones para nadar en las aguas con movimientos sin ser arrastrados por la corriente. Algunos, incluso, nadan contra la corriente, como la trucha.
Otros peces presentan adaptaciones en sus cuerpos que les permiten sujetarse, como espinas en las aletas a modo de ganchos. Otros tienen formas largas y sinuosas mediante las cuales pueden enroscarse en los agujeros del fondo rocoso. Este es el caso, por ejemplo de la anguila.
Todas estas adaptaciones les brindan más posibilidades al momento de capturar el alimento, reproducirse, escapar de sus enemigos y protegerse.
En los remansos, el agua es más transparente (porque los sedimentos decantan). En estas zonas calmas se desarrolla una gran cantidad de algas microscópicas y un tipo de vegetación que se fija a las piedras del fondo o al suelo y no es arrastrada por las corrientes.
También hay plantas en la orilla, como algunos musgos y helechos, y algunas plantas sumergidas que tienen aspecto de alga, como la elodea. En la orilla, donde hay gran cantidad de alimento disponible, habita una diversidad de animales similar a la que existe en las lagunas.
En zonas donde el agua del río corre muy lentamente o desaparece existen peces con adaptaciones para sobrevivir durante las sequías, ya que pueden respirar el oxígeno del aire y tienen una piel que resiste la falta de agua, como el pez dipnoo.
Los ambientes oceánicos y sus costas
Los océanos y los mares ocupan alrededor del setenta por ciento de la superficie del planeta. Los océanos son las masas de agua que se encuentran entre los continentes. En tanto, los mares son las zonas de los océanos más cercanas a la costa y de menor profundidad.
Como todo ambiente acuático, los ambientes marinos presentan ambientes de transición: las zonas costeras y el litoral marino. Las zonas costeras pueden ser grandes extensiones de arena o de rocas que se desgastan con la acción del mar. El litoral marino abarca desde la zona continental no sumergida hasta la que se extiende por debajo del agua y se conoce como plataforma continental.
La temperatura del agua de los océanos y las zonas costeras varía muy poco a lo largo del año; en cambio, en los continentes la temperatura sufre grandes variaciones. Este fenómeno se debe a que el agua tarda mucho más en calentarse que la tierra y, del mismo modo, tarda muco más en enfriarse. Por eso, las temperaturas se mantienen más o menos constantes. Este fenómeno se produce en el mar y también en las zonas costeras.
El mar tiene sales disueltas en el agua. La salinidad es relativamente constante en todos los  océanos y varía, principalmente, por los aportes de agua dulce provenientes del continente.
En el ambiente oceánico, la luz solar penetra hasta unos 200 metros como máximo. A mayor profundidad el agua está en oscuridad absoluta. La zona iluminada del mar se denomina región fótica y la zona oscura, región afótica  (desde los 200 metros de profundidad hasta los 10.000 metros)
La vida en los mares y los océanos
En el mar vive una gran diversidad de seres vivos, distribuidos según sus características. Todos ellos presentan diferentes adaptaciones.
En la plataforma continental abundan la luz solar, los nutrientes del fondo cercano y aquellos que vuelca la desembocadura de los ríos. Por ello, en esta zona se encuentra gran cantidad de plancton, compuesto por el fitoplancton y el zooplancton. Esto atrae gran cantidad de peces y aves, que se alimentan de ellos.
En el litoral marino viven corales y anémonas de mar, medusas, cangrejos, gran variedad de peces y, también, lobos marinos. Muchas aves, como los pingüinos, los cormoranes y las gaviotas, hacen sus nidos en esta región costera y buscan alimento en las aguas de la plataforma continental.
En las costa, entre las rocas, pueden formarse charcas. En estos pequeños ambientes más cálidos habitan algas verdes, mejillones y percebes que viven fijos.
Los seres vivos de la zona entre mareas, es decir, donde las aguas bajan, a pesar de ser acuáticos, están adaptados a pasar períodos de desecación. Por ejemplo, las algas se secan en ese momento, pero recuperan sus características cuando vuelven a mojarse.
La vida de los animales en los ambientes acuáticos y de transición
En los ambientes acuáticos y de transición habitan animales de los más diversos con características especiales. algunos viven sumergidos constantemente, como los peces y las aguas vivas; otros viven fuera del agua en las costas, pero necesitan estar mojados para poder respirar como los cangrejos y los mejillones. También hay animales que respiran y viven fuera del agua, pero que pasan mucho tiempo de sus vidas dentro del agua en busca de alimento, como los pingüinos o las tortugas marinas. Estos son los visitantes del agua: animales con hábitos de vida anfibios.
Los cuerpos de todos estos animales tienen características especiales que les permiten aprovechar los recursos del agua y reproducirse allí. A estos comportamientos especiales se lo llama adaptaciones.
Los animales vertebrados e invertebrados
Entre los animales que dependen del medio acuático o húmedo para reproducirse y desarrollarse se diferencian los vertebrados de los invertebrados, debido a las distintas estructuras que sostienen y dan forma a sus cuerpos.
Los animales vertebrados poseen una columna vertebral formada por vértebras, que son huesos cortos y articulados unos con otros.
Los animales invertebrados no tienen esqueleto interno con columna vertebral. Esta es la única característica que tienen en común entre ellos, pues son muy diversos: algunos viven fijos en las rocas, enterrados; otros marchan, saltan, se arrastran o nadan, como los cangrejos o las arañas marinas. Pese a ser invertebrados, todos tienen un esqueleto; algunos interno y otro externo (también llamado exoesqueleto)
Los animales vertebrados
Los mamíferos se caracterizan porque sus crías se gestan dentro de la hembra y, al nacer, son alimentos con la leche materna. Además, respiran fuera del agua.
Los reptiles tienen sus cuerpos cubiertos por escamas duras y secas. Un ejemplo es la tortuga marina. Sus extremidades aplanadas facilitan el desplazamiento en el agua.
Los anfibios tienen el cuerpo cubierto por una piel desnuda. Al nacer respiran bajo el agua; luego desarrollan pulmones por los que comienzan a respirar fuera del agua.
Los peces son vertebrados adaptados a vivir bajo el agua. Están cubiertos por escamas, que facilitan su desplazamiento en el agua, y poseen branquias, por las que respiran el oxígeno disuelto en el agua.
Algunos animales invertebrados
Las esponjas no se desplazan ni tienen órganos. Sus cuerpos están perforados por poros, por donde filtran las corrientes de agua y así obtienen su alimento.
Los moluscos habitan aguas dulces y oceánicas. Entre ellos, los cefalópodos tienen tentáculos alrededor de la cabeza, como los pulpos, y los bivalvos tienen dos valvas que cubren su cuerpo, como las almejas y los mejillones.
                                         
Los equinodermos, como las estrellas y los erizos, tienen en común que sus cuerpos están cubiertos por una piel espinosa
Los anélidos segmentados poseen el cuerpo formado por segmentos dispuestos de forma lineal, que parecen anillos. Un ejemplo terrestre es la lombriz; un ejemplo acuático, la sanguijuela.
Las medusas y las babosas de mar viven bajo el agua y no tienen esqueleto rígido externo. Los cuerpos de estos animales son como una bolsa de músculo llena de agua.
El desplazamiento de los vertebrados
Algunas aves marinas pueden bucera. Los pingüinos, por ejemplo, tienen alas en forma de aletas, lo que posibilita que se impulsen en el agua y pesquen su alimento.
En las orillas, los yacarés reptan y arrastran su cola por el suelo; pero, en el agua, su fuerte cola les da un gran impulso que les permite nadar rápido y atrapar a sus presas.
Muchos animales acuáticos tienen en el cuerpo aplanado lateralmente y angosto en los extremos, como el pez ángel, o en forma de torpedo, como los delfines. Esta forma del cuerpo de los animales que habitan el medio acuático se llama hidrodinámica: les permite avanzar evitando la gran resistencia que ejerce el agua.


Algunos peces también pueden desplazase a través de la columna de agua, porque presentan un órgano hueco llamado vejiga natatoria. Cuando está llena de gases, el pez flota y, al vaciarse, el pez desciende. Para impulsarse horizontalmente, el pez tiene aletas y colas. Las escamas que cubren su cuerpo facilitan su desplazamiento en el agua.

La respiración de los animales en el agua
La mayoría de los invertebrados de ambientes acuáticos y los peces respiran el oxígeno disuelto en el agua. En cambio, los vertebrados, como los reptiles y los mamíferos, necesitan salir a la superficie periódicamente para respirar oxígeno del aire. Dentro de sus cuerpos, los órganos están adaptados de forma distinta.
Los peces, los moluscos y los crustáceos acuáticos respiran bajo el agua a través de branquias, que son los órganos respiratorios adaptados para el intercambio gaseoso en el agua.
En los peces las branquias son internas y se localizan dentro de dos cavidades. Cada cavidad se comunica con el exterior por hendiduras branquiales, generalmente cubiertas por opérculos, una especie de tapas que se abren y se cierran.
Otros animales acuáticos  no tienen órganos particulares para la respiración, pues respiran a través de la piel. Por eso, si no tienen todo su cuerpo cubierto de agua a al menos húmedo, mueren. Ejemplo, los anélidos.
a) La estructura anatómica de las branquias determina que la velocidad de difusión sea máxima. b) Los vasos circulatorios están dispuestos de tal forma que la sangre es bombeada a través de ellos en dirección opuesta a la del agua que lleva oxígeno. Esta disposición permite que la sangre que lleva más oxígeno (es decir, la sangre oxigenada que sale del filamento branquial) contacte con el agua que lleva más oxígeno (el agua que entra al filamento), y la sangre que lleva menos oxígeno (la sangre desoxigenada que entra en el filamento branquial) contacte con el agua que lleva menos oxígeno (el agua que sale del filamento). Como resultado, la concentración de oxígeno en la sangre en cualquier parte del filamento branquial es inferior a la concentración de oxígeno del agua que fluye por la cámara branquial y, así, el oxígeno siempre fluye desde el agua hacia la sangre.
Algunos peces primitivos tenían branquias y pulmones. Los anfibios y los reptiles tienen pulmones relativamente simples, con pequeñas superficies internas y dependen en gran medida de su piel para el intercambio gaseoso; los reptiles respiran casi enteramente por sus pulmones
Dado que los fluidos corporales son hipertónicos respecto al medio exterior, el agua tiende a entrar al cuerpo del pez por ósmosis, a través del epitelio branquial. El exceso de agua es eliminado del cuerpo por los riñones y excretada en la orina, que está mucho más diluida que los fluidos corporales. Aunque los riñones reabsorben el grueso de los solutos esenciales, algunos se pierden, no obstante, en la orina y otros abandonan el cuerpo por difusión, a través de las branquias. Estos solutos son reemplazados principalmente por la acción de células especializadas en la absorción de sales que se encuentran en las branquias y, en menor grado, por la dieta.
Como los fluidos corporales son hipotónicos con respecto al medio externo, el agua deja el cuerpo del pez por ósmosis, a través de las branquias. También se pierde agua en la orina en la que se disuelve la urea eliminada de la sangre por los riñones. El pez mantiene sus niveles de fluidos internos bebiendo agua de mar, que contiene solutos. Los iones sodio y cloruro en exceso se eliminan de la sangre y se excretan por acción de células branquiales especializadas; los iones magnesio y sulfato son eliminados por los riñones y excretados en la orina.
Cuando algunos peces se trasladaron a los mares se enfrentaron con la posible pérdida de agua hacia el medio ambiente, principalmente por ósmosis a través de las superficies respiratorias de las branquias.
Algunos peces mantienen los fluidos corporales con una concentración de sales similar a la de las aguas oceánicas que los rodean. El exceso de sales se secreta principalmente por medio de una glándula rectal.
Los peces óseos tienen fluidos corporales hipotónicos con respecto al medio marino y estarían en peligro constante de perder tanta agua que sus células podrían morir deshidratadas.
Los órganos de respiración de los mamíferos y reptiles de ambientes acuáticos son los pulmones. Los delfines y las ballenas son ejemplos de mamíferos acuáticos. Estos animales pueden permanecer bajo el agua largo tiempo, porque acumulan aire en sus pulmones.
Los pulmones son cavidades internas desde las cuales el oxígeno contenido en el aire pasa al torrente sanguíneo. Presentan una ventaja abrumadora a quienes los portan ya que las superficies respiratorias pueden mantenerse húmedas sin que se produzca una pérdida grande de agua por evaporación. Los pulmones también se encuentran en algunos invertebrados.

  
Las algas y las plantas de ambientes acuáticos
 Dentro de los ríos, los lagos y las lagunas; en sus orillas, en la costa marina y en el mar abierto, hay vegetación acuática compuesta por una gran diversidad de algas y de plantas que sirve de alimento y refugio a los animales que allí habitan.
Las algas y las plantas tienen la misma forma de obtener su alimento, contienen una sustancia verde llamada clorofila, que capta la energía de la luz. Con esa energía y con materiales abundantes de su ambiente (agua y el gas dióxido de carbono) producen el alimento que utilizan para mantenerse, crecer y reproducirse.
Las plantas acuáticas tienen adaptaciones de las hojas, tallos y raíces, según los diferentes ambientes en que se desarrollan. Por eso algunas plantas flotan en la superficie, otras permanecen siempre sumergidas y sin embargo no se pudren, y las de las costas pueden sobrevivir tanto con el suelo inundado como con el suelo seco.
También hay una gran variedad de algas. Distintas algas tienen, además de clorofila verde, otros colorantes o pigmentos. Así, además de algas verdes, hay verdeazuladas, rojas pardas y amarillentas, que por sus reflejos se denomina algas doradas. Los diversos colores les sirven para captar la luz de diferentes manera y vivir a distintas profundidades.
Además de diferenciarse por los colores, las algas pueden ser de distintos tamaños y formas. Algunas son pequeñísimas y solo pueden verse con el microscopio, que funciona como una lupa de muchísimo aumento. Estas diminutas algas se denominan microalgas. Otras, las macroalgas, se ven a simple vista y hasta pueden confundirse con plantas.
El cuerpo de las macroalgas (también llamado talo) puede presentar órganos similares a los de las plantas terrestres. Así como las plantas se arraigan al suelo con la raíz, las algas utilizan un soporte. Además, presentan láminas, que captan la luz, y el estípite, que une las láminas.
Si bien las partes del talo de las macroalgas se parecen a las partes de las plantas, no tienen estructuras rígidas de sostén. En casi todos los casos, su cuerpo cae cuando están fuera del agua.
Las macroalgas presentan varias adaptaciones para sobrevivir en lugares poco favorables. Por ejemplo, cuando el mar baja y sube con la marea, como en las costas marinas, las algas quedan descubiertas y se exponen a la pérdida de humedad y al aumento de la temperatura, ya que al no estar cubiertas por el agua, quedan desprotegidas del sol. En estas condiciones podrían deshidratarse y morir, pero esto no ocurre: su consistencia gelatinosa mantiene la humedad durante el tiempo suficiente hasta que vuelva a subir al agua.
En las zonas costeras de muchos mares existen los llamados bosques subacuáticos de algas. Por ejemplo, en las costas atlántica del sur argentino se encuentran gigantes macroalgas pardas que pueden medir más de cien metros. Cuando baja el agua se las ve tiradas sobre las rocas de la playa como enormes praderas marrones.
      
La gran mayoría de las plantas acuáticas viven en ambientes de agua dulce. Pero no todos los ambientes tienen iguales condiciones. Por ejemplo, los movimientos del agua y de sustancias disponibles no son iguales en un río que en un lago, en la costa que en el centro de la laguna, ni sobre el agua dentro de ella. Hay tres grandes grupos de plantas adaptadas a las distintas condiciones: las plantas sumergidas, por ejemplo la elodea; las plantas flotantes, por ejemplo los irupés; y las plantas costeras o litorales, como las totoras.



Plantas flotantes
Plantas sumergidas
Plantas litorales

¿En qué lugares se encuentran?
Libres sobre la superficie del agua. Por arriba en contacto con el aire. Algunas tienen una parte arraigada al fondo.
Dentro del agua, totalmente rodeada de ella.
En las costas, en contacto con el aire y fijas, en los suelos que a veces están inundados.

¿Cómo son las hojas?
Algunas de estas plantas flotan gracias a la base adaptada de sus hojas que retienen aire en su interior.
Son muy delgadas. No tienen nervadura con tubitos internos de sostén y transporte, ni cubierta impermeable en su superficie.
Variadas, similares a las plantas terrestres: con cubiertas impermeables y con nervaduras de sostén y transporte de nutrientes y alimento.

¿Cómo son los tallos?
En las plantas libres suelen ser cortos, como discos. Tienen tubitos internos como soportes y sostén. Pueden ser esponjosos. en las fijas, algunos largos, unen la raíz con la superficie flotante.
Son delgados y flexibles. Sin tubitos internos de sostén y transporte, ni cubiertas impermeables en su superficie.
Flexible y resistentes frente a los movimientos del agua con tubitos de sostén y transporte. Esponjosos o con canales huecos que conducen aire hasta las raíces.

¿Cómo son las raíces?
Abundantes, muy delgadas y permeables en forma de cabellera. Absorben nutrientes y dan estabilidad a la flotación.
No hay o son  escasas y sirven para fijar la planta al fondo. No absorben nutrientes.
Son abundantes y profundas, impiden que las plantas se suelten por el vaivén del agua y el suelo blando.

Otras características
La superficie de hojas y tallos en contacto con el aire tiene cubiertas impermeables. La planta completa suele tener una forma de canasta que facilita la flotación.
Por toda la superficie de tallos y hojas, absorben el agua y otros nutrientes.
Fuera del agua no logran sostenerse. Por eso se pueden confundir con algas.
Tallos y hojas semejantes a las plantas terrestres: con cubiertas impermeables que impiden la pérdida del agua.


Como todas las plantas, las acuáticas tienen clorofila y producen su propio alimento. Con el gas dióxido de carbono del aire, el agua y la energía de la luz, las plantas producen un material llamado glucosa (su alimento). Con la glucosa y las sales minerales que toman con el agua, hacen los diferentes materiales que componen su organismo. Además, una cantidad de glucosa la usan como combustible; de ella obtienen la energía que las mantiene vivas. Para extraer la energía de la glucosa, las plantas, como todos los seres vivos, necesitan que les llegue el gas oxígeno a todos los rincones de su cuerpo.
La nutrición en plantas flotantes y litorales
Estas plantas son semejantes a las terrestres: están en contacto con el aire y reciben luz del Sol. A través de pequeños poros o estomas que tienen en las superficies, especialmente de las hojas, transpiran e incorporan los gases del aire. Las raíces absorben el agua y pequeñísimas prolongaciones muy permeables denominadas pelos absorbentes. El agua y las sales minerales llegan a todas las partes por tubitos internos rígidos, que sirven también como sostén. En las raíces de las flotantes hay tantos pelos absorbentes que el escaso oxígeno disuelto en el agua puede ser captado en cantidad suficiente para la respiración. Las plantas litorales toman oxígeno del aire. El oxígeno entra por los estomas.
La nutrición en plantas sumergidas
Estas plantas reciben la luz a través del agua; por eso, no pueden habitar en aguas turbias o en fondos muy profundos o oscuros. Absorben el agua y las sales minerales por las superficie de sus hojas y tallos. También absorben oxígeno y dióxido de carbono por la superficie de las hojas. No tienen estomas ni cutícula o cubierta impermeable. Por eso, todos los nutrientes entran por toda la superficie. También perdieron los tubitos rígidos internos para la distribución de nutrientes y alimentos. El sostén, que en otras plantas dan los tubitos internos, a las sumergidas, se los da el agua que las rodea. Al ser flexible y no rígido, el cuerpo de las plantas sumergidas puede acompañar mejor los movimientos del agua.
La vegetación en ambientes lacustres y marinos
Las lagunas, los lagos y los pantanos son depósitos de agua estancada o menos salada y se denominan ambientes lacustres. En las lagunas saladas, la vegetación de plantas acuáticas es escasa. En cambio, en las lagunas de agua dulce pueden ser abundantes y diversas.
Ø  Las plantas flotantes forman grandes superficies sobre las que se paran las aves y se refugian otros animales.
Los camalotes o jacintos de agua, en primavera presentan hermosas flores azuladas en espigas.
Los repollitos de agua retienen aire entre los pequeños pelos de sus hojas que así resultan livianas e impermeables.
El irupé tiene sus hojas aplanadas, en forma de plato, arraigadas en el fondo, al igual que sus hermosas flores blancas.
Las lentejas de agua tienen un cuerpo esponjoso y aplanado, y además, son muy pequeñas y livianas.
Ø  Las plantas sumergidas hacen la fotosíntesis debajo del agua; así liberan oxígeno, que mantiene el agua oxigenada para la respiración de los animales.
La elodea se puede reproducir por fragmentación (crece una nueva planta de un pedacito de la original), pero además posee pequeñas flores flotantes que pueden ser polinizadas y producir sus semillas.
La cola de zorro siempre posee raíces que la sujetan al fondo, tienen hojas divididas que parecen delgados hilos.
Ø  Plantas litorales, en conjunto, forman los pajonales. En sus tallos depositan los huevos los caracoles.
Los juncos poseen tallos flexibles y hojas largas como cintas. Tienen flores diminutas reunidas en grupos y crecen al costado de la planta.
Las totoras tienen el extremo de sus tallos una espiga cilíndrica oscura de flores pequeñas y apretadas.




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